La palabra mujer ‘adorna’ el discurso de lxs presidenciables
Por: Micaela Medina Chicaiza/ @micaelamedinach
Más de 6.6 millones de mujeres deberán votar el próximo 7 de febrero en Ecuador. Se trata de un padrón electoral mayoritariamente femenino. Pero eso no se refleja en los planes de Gobierno de 14 de los 16 candidatxs a la Presidencia de la República. Al menos, eso se evidenció en las jornadas de debate impulsadas por Grupo El Comercio los pasados 9 y 10 de enero.
Ximena Peña (Alianza PAIS), Guillermo Lasso (CREO – PSC), Paúl Carrasco (Juntos Podemos), Isidro Romero (Avanza), Giovanny Andrade (Unión Ecuatoriana), Carlos Sagnay (FE), Gustavo Larrea (Democracia SÍ), Xavier Hervas (ID), César Montúfar (Concertación – PSE), Guillermo Celi (SUMA), Juan Fernando Velasco (Construye), Pedro Freile (AMIGO), Gerson Almeida (Ecuatoriano Unido) y Lucio Gutiérrez (PSP) expusieron sus propuestas en torno a economía, producción y empleo; pandemia y salud pública; seguridad ciudadana, y corrupción. Todas son cuestiones que requieren un análisis desde una perspectiva de género.
En un país de mayoría femenina, llama la atención que existen muy pocos planes que así lo contemplan. Podemos mencionar los de Peña o Montúfar. Entonces surge la pregunta: ¿por qué nuestros derechos no son prioridad en las agendas políticas? Vamos a desmenuzarlo.
Por ejemplo, en materia económica, el candidato de CREO prometió apoyar el emprendimiento, principalmente, de la mujer ecuatoriana. “Aquella madre de familia, madre abandonada por su esposo que quiere emprender desde su casa para impulsar el crecimiento y prosperidad de su familia… Quiero decirle a la mujer ecuatoriana que la llevo en mi corazón y que me voy a preocupar de ustedes porque son el sector de la sociedad ecuatoriana más afectado por la falta de empleo”. No fue todo. En una rueda de prensa, posterior al conversatorio, el guayaquileño acotó que en esos negocios nosotras nos podremos dedicar a cocinar buenos bollos y corviches y mandar a nuestrxs hijxs a venderlos.
Lasso tiene razón cuando dice que hemos sido las más afectadas por el desempleo. Según la información oficial: nuestra tasa de desempleo es del 8 %, frente a la de los hombres que es del 5.7 %. Esa realidad también nos ha obligado a buscar alternativas independientemente. De hecho, en Latinoamérica, Ecuador es el país con el porcentaje más alto de emprendedoras; pero también somos la mayoría de la población que está fuera del sistema financiero y, por lo tanto, no somos sujetos de crédito. ¿Cómo muta esa realidad en cuatro años? Y, no menos importante, ¿por qué nos quiere mandar a la cocina, cuando de crear empresa se trata? No hace falta que nos lleve en su corazón, Guillermo, necesitamos que -de ser mandatario- entienda nuestro rol dentro del motor económico, más allá de las tareas de cuidado.
Siguiente tema: salud pública. Una de las prioridades de la agenda feminista es el debate alrededor de los derechos sexuales y reproductivos, específicamente la despenalización -por lo pronto- del aborto en caso de violación… más si se toma en cuenta que Ecuador es el segundo país de la región con la tasa más alta de embarazo adolescente. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en Ecuador -en 2018- 148 adolescentes de 15 a 19 años dieron a luz cada día. No es la única cifra: anualmente, por lo menos 2000 niñas paren resultado de la violencia sexual.
Gustavo Larrea fue el único de los 14 expositores que se pronunció a favor de tramitar esa legislación. Mientras que los ultraconservadores, como el pastor evangélico Gerson Almeida no titubeó en afirmar que quiere ser Presidente por “los niños que quieren nacer y no les dejan”. Más allá de lo caricaturesco de la frase, ¿qué tiene para decir sobre las niñas obligadas a parir porque fueron violadas? Nada.
La única mujer de la papeleta habló de la posibilidad de invertir $50 millones para prevenir esta problemática. Aunque ha intentado desmarcarse de Lenín Moreno, Peña es representante de la bancada de Alianza PAIS, movimiento que fue parte de este Gobierno, de esta administración que eliminó el presupuesto para la prevención del embarazo adolescente de $5.6 millones a cero. Resulta imposible no cuestionar la viabilidad de su promesa.
Isidro Romero quiere imponer cadena perpetua para violadores… Ya, o sea siguen violando y se pudren en la cárcel. ¿No se entiende la raíz del problema? Entonces ¿qué dicen lxs candidatxs sobre seguridad?
Carlos Sagnay y Xavier Hervas mencionaron las palabras “mujer”, “espacio”, “proteger” en algunas de sus intervenciones. Ojo, que el de la Izquierda Democrática es el único binomio que se autodenomina feminista, pero no planteó nada concreto en el debate sobre violencia de género. Quien sí lo hizo fue Montúfar, que citó la cifra de 116 femicidios ocurridos durante 2020 en Ecuador, número que incluye a las mujeres trans; lo raro es que su partido tiene entre sus filas al candidato homofóbico y machista Universi Mejía, calificado así por la candidata alterna del mismo partido, Rosario Cedeño, por atentar en su contra y la de su hermano LGBTI, a quien él lo tildó de “aberración”.
Pareciera que a la mayoría de lxs candidatxs les susurran al oído que mencionen la palabra “mujer” para conquistar votos. Pero no es tan simple… no basta. Exigimos coherencia entre lo que dicen y lo que que contemplan en sus planes de Gobierno. El discurso rosa no mejora la vida de las niñas obligadas a ser madres, ni impide que cada tres días una de nosotras sea asesinada en el país por ser mujer.
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